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Travesuras infantiles

Tadashi Shimabukuro y Phillip Butters, o el amor a los animales en dos momentos distintos de la evolución humana.

Publicado: 2014-02-06

Tadashi Shimabukuro, famoso por el video en el que asesina a su gato, ha pedido disculpas, ha sido multado y ha pasado por el aro del hostigamiento virtual. Además de los 7.600 soles soles, le ha caído un megafonazo en la cabeza, propinado por un manifestante, mientras intentaba entrar a su casa en medio de una nube de reporteros acosadores. "Justicia gatuna" reza uno de las pancartas que se agitan en la calle en la que vive Tadashi.

Youtube, twitter, facebook, los noticieros de televisión abierta y los grupos animalistas han hecho justicia a su modo. Tadeshi es un apestado. La Municipalidad de San Borja también lo ha hecho a su modo, pues al parecer, la sanción ha sido retroactiva, ya que la falta es de unos tres años antes de la promulgación de la ordenanza que establece las multas por maltrato contra animales.

Tadashi pidió disculpas por este acto de crueldad. Dijo que eso ocurrió en una época en que "estaba mal". No se ha hecho el desentendido, ni ha intentado hacer humor con el asunto. No se muestra orgulloso ni indiferente. Eso no arregla lo que hizo. Pero sí deja claro que entiende que vive en un medio ambiente en el que no se tolera públicamente el maltrato a las mascotas. Y si no lo sabía, luego de su exposición mediática, lo sabe, aunque eso no parezca interesarles a los fundamentalistas-amantes-de-los-animales, para quienes la vida o dignidad de una mascota es más valiosa que las de un ser humano.

Hoy leo en la revista Ellos&Ellas-la que trae Caretas como suplemento político- las respuestas de Phillip Butters al test "Foto Carnet", que habitualmente publica el semanario. La cosa es así:

- ¿Cuál ha sido tu gran travesura de infancia?

- "De chibolo he hecho todas, desde meter a un mono a la refrigeradora, hasta quemar un pollito y fastidiar a todo el mundo. Era un terruquito".

En la infancia de Phillip no había tal cosa como "los derechos de los animales". Casos de crueldad pura contra animales -domésticos o no- abundan como anécdotas sobre la infancia. No se le puede reclamar al niño Phillip lo que le reclaman al joven Tadashi. No se le puede reclamar por lo que hizo, pero quizá sí señalarlo por lo que dice hoy: que fue una travesura. El auto-reconocimiento como "terruquito", es clave, pues en la mentalidad Phillip, el "terruco" actúa motivado por crueldad gratuita. 

Que estas "travesuras" sean hoy considerados actos reprobables es un logro bastante reciente en el Perú, un avance de la humanidad. Y como otros avances de la humanidad, éste es uno que por lo visto no tiene ningún significado para el adulto Phillip. 


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Frases Peruanas

Una paciente recopilación de las más impresentables piezas de la oratoria (?) nacional.